Los casi ocho años de mandato de
José Luis Rodríguez Zapatero han dado pie a que Banco Santander y PSOE hayan consolidado una relación comercial como clientes. Si en el pasado, este trato entre prestamista y deudor
ya suscitó comentarios ante la opinión pública, el reciente
indulto concedido el pasado viernes al consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, no ha hecho más que avivar el debate sobre la relación de intereses poco transparente que generalmente existe entre las entidades financieras y los partidos políticos.